viernes, 29 de julio de 2016

"De la vida sólo podemos opinar los vivos, así como de la muerte quien mejor puede hacerlo son los muertos. Del mismo modo que para hablar del silencio lo mejor es callar, quien más entiende de amor son los enamorados." -AllendeAran
"Con el lenguaje las cosas se piden, sin el lenguaje las cosas se toman."    -AllendeAran
LOS ENAMORADOS PROSCRITOS


De sobra es conocida esa frase del poeta francés Paul Éluard, Hay otros mundos pero están en este. La frase nos hace recordar, a mi entender, que la realidad no es única y que ésta puede abrirse a conjeturas fantásticas, ideas sorprendentes, vivencias inesperadas pero, sin embargo, por mucho que nos queramos ausentar de la realidad seguimos estando en ella y que este mundo, que compartimos en comunidad, se rige por una verdad objetiva afín a todos, es decir, que por mucho que “tergiversemos” la realidad, ésta se impone de una sola manera. No obstante, cuál es esa realidad, la auténtica, esa verdad que tanto demandamos, no es fácil de evaluar. Hay ciertamente una verdad a la que hemos consagrado un valor, (sin estar del todo convencidos) y que está medida por el lenguaje, hasta el punto de que hemos caído en una realidad que de no encajar precisamente en ese lenguaje, damos por falso o engañoso lo que sentimos. La realidad queda así sometida al lenguaje para modelar un sistema que nos involucra a todos pero a santo de perder otra realidad personal, vivida en secreto y que nadie más puede entender salvo el yo de cada cual, a no ser que podamos sustituir el lenguaje de las palabras por otro más certero con nuestros particulares pensamientos.
Hace unos días una amiga me preguntaba si podían dejar de gustarme las estrellas. Le dije que sí, que si me hacía con una explicación científica acerca de ellas me parecerían indiferentes. Al fin y al cabo, ¿qué son las estrellas sino bolas de fuego compuestas de helio e hidrógeno?  ¿Qué favor me hacen? ¿He pedido yo que estén ahí alejadas e inalcanzables? ¿Les importo yo algo? Pero para quien se acerca a un lugar oscuro y espera a una noche despejada de nubes será fácil que las contemple con devoción poética. ¿Cuál es la realidad más ajustada entonces? Mi amiga y yo hablábamos de amor, más concretamente de los enamorados.
Precisamente, los enamorados (los no-correspondidos) son los que más sufren en silencio las sensaciones de una realidad “especial” no entendida por el resto . El lenguaje en cualquier caso no acierta ni por asomo a transmitir sus cuitas y euforias. Si acaso la poesía podría ligeramente acercarse y todavía mejor lo haría la música. Pero este desacierto del lenguaje, (del que nos sentimos orgullosos porque ejemplifica la civilización) es una de las fallas más descomunales a la hora de representar la verdad de lo real. El lenguaje puede ser todo lo exacto que uno quiera porque algo mejor no parece haberse inventado hasta ahora, pero que la vida y sus circunstancias no pueden medirse siempre con palabras también es algo que hasta el más palurdo sabe comprender. Así, tendríamos que admitir que en la vida hay otros mundos, quizá tantos como personas componen el mundo, pero lo lamentable del asunto es lo poco que sabemos de esos mundos ocultos, la mala transferencia que hacemos de las sensaciones. Y aún más triste llegar a pensar que todo cuanto se experimenta nace y muere en uno mismo, que nunca quedará revelado y que hemos fracasado en expresar las emociones que más apreciamos en la vida.
Pongamos por ejemplo la tan trillada frase, Te quiero. Podemos entender de qué se trata pero ¿no sería mejor expresar eso de otro modo? Imagina si en vez de conjugar frases mediante palabras usáramos notas musicales y compusiéramos melodías para comunicar estados de ánimo. Habría que saber reconocer lo que  la música nos dice, tener oído musical que se dice, pero si nos educáramos desde pequeños, estaríamos más sueltos a la hora de captar lo que ciertas melodías encubren. La música va más directa al corazón que las palabras, carga de mayor pasión al evocar escenas, dice mucho sin necesidad de imaginar cosas concretas, es universalmente reconocida, es menos materialista, y por ende, más etérea. Tal vez no fuese del todo eficaz para el mundo práctico que hemos desarrollado pero en determinados momentos expresaría más que el lenguaje ordinario. De momento la música se sirve a los oídos solitarios de quien se presta escucharla en la intimidad y así enaltecer los sueños para mayor deleite emocional.
No hay un lenguaje que pueda manifestar en su justa medida lo que sentimos. Eso es lo que nos duele. Puede que haya mucha literatura y matemáticas para describir diversos fenómenos del mundo pero en lo referente a los sentimientos profundos, esos tan bien atesorados en silencio, no hay nada que valga, ni siquiera las miradas o las sonrisas, porque a menudo nos hacen dudar de las intenciones. Eso escondido de cada ser yace y bulle a cada momento en el más sepulcral mutismo. Cuántos secretos se lleva uno a la tumba, se dice. Son los enamorados los peor parados al verse sojuzgados por un raciocinio moral represivo que cuestiona la valía de sus sentimientos. Cómo si todos deberíamos ver el árbol que ve el leñador en vez del que ve el poeta. No es el enamorado quien se equivoca aquí sino el no-enamorado al no poder fundirse en lo que su opuesto siente por él o ella. De acuerdo, no hay tango que bailar si uno no quiere, pero jamás dudes de que tu amor es o haya sido una equivocación.
Sueña cuanto gustes, es mi consejo, vuela hasta donde las fuerzas te lo permitan. El límite te lo impondrá el peso con el que puedas cargar, que será proporcional a las exigencias del cruel pragmatismo en el que hemos sido educados por la rígida realidad. Pessoa decía que por mucho que soñara nada era tan real como el pañuelo que tocaba en su bolsillo. Esa es la tragedia, la intensidad de la realidad contra la libertad de la ensoñación. Cuánto mejor nos iría a todos de haber podido expresar nuestros más íntimos sentimientos con la misma facilidad con la que pedimos un vaso de agua. Es posible que sea culpa nuestra por no haber inventado un lenguaje mejor, por no poseer un cuerpo transparente a través del que se viese las turbulencias del alma, o porque el juego de la vida consista es eso, en el de modelar la realidad en una fantasía que en otra ocasión pueda vivirse en un dueto.  - AllendeAran



"Mientras más espiritual es la palabra, más seguramente provocará diferentes imágenes en los diferentes hombres."  - Fritz Mauthner
 "La pregunta es si el lenguaje humano es un instrumento útil para el conocimiento del mundo. Esto es, para una aspiración a la que es ajena toda utilidad vulgar. La utilidad vulgar e impura del lenguaje humano nadie la desmiente." – Fritz Mauthner
"Los hombres nunca podrán ir más allá de un descripción metafórica del mundo." - Fritz Mauthner



"De lo que no se puede hablar hay que callar."  - Wittgenstein
"El sentido del mundo tiene que residir fuera de él y, por añadidura, fuera del lenguaje significativo." - Wittgenstein
"El positivismo sostiene -y ésta es su esencia- que aquello de lo que podemos hablar es todo lo que importa en la vida. En tanto que Wittgesntein cree ardientemente que todo aquello que realmente importa en la vida humana es precisamente aquello sobre lo que, desde su punto de vista, debemos guardar silencio."  - Paul Engelmann on Wittgenstein


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