martes, 27 de agosto de 2013


SON DOONG

Me encanta ver la silueta del hombre en contraste con la grandeza de un paisaje. El espacio inmenso parece insinuar la trascendencia del momento. En estas fotos vemos casi perdida la presencia del ser humano en la colosal boca de la caverna más grande descubierta en la Tierra hasta hoy. Y digo hasta hoy porque Son Doong fue descubierta, para conocimiento de científicos y espeleologos, en el pasado, pero cercano, año 2009. Sorprende que todavía queden lugares por descubrir en este planeta que enferma de forma acelerada por culpa de nuestro abuso indiscriminado con todo lo natural. La cueva se halla en el parque Nacional Vietnamita Phong Nha-Ke Bang. Cuenta con una longitud de 6,5 kilometros y una amplitud de 150 metros. Por dentro fluye un rio subterráneo que dificulta la investigación de su interior. Según cuenta Wikipedia, un hombre local había descubierto la caverna en 1991, pero no podía acordarse la manera de llegar hasta ella. A finales de marzo al 14 de abril de 2009, ayudó a los exploradores a cruzar el paso de bosque de 10 kilómetros para acceder a la boca de caverna. Queda esperar que un día de estos algún secreto en su interior, algún tesoro bien guardado del pasado, surja a la luz para deslumbrar nuestra abulia.






"Arrastrado por mi apasionado deseo, anhelante de ver la gran confusión de las variadas y extrañas formas creadas por la ingeniosa naturaleza, vagué durante un tiempo entre los oscuros acantilados y llegué a la entrada de una gran caverna. Permanecí delante de ella por un tiempo, estupefacto, e ignorante de la existencia de algo semejante, con la espalda curvada y la mano izquierda apoyada en la rodilla, y protegiéndome los ojos con la derecha, con los párpados bajos y cerrados, inclinándome a menudo de un modo o de otro para ver si podía distinguir algo del interior; pero no pude por la gran oscuridad que allí había. Y después de permanecer así un rato, de pronto surgieron en mí dos sentimientos, temor y deseo; temor de la amenazante caverna oscura, y deseo de ver si había dentro algo milagroso."
Leonardo da Vinci



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