jueves, 5 de septiembre de 2013

Si ardemos en deseos de hallar una finalidad cósmica, encontremos primero una meta digna para nosotros. - Carl Sagan
THE SAGAN SERIES




Es posible que la gran meta que persigue el ser humano sea la de vivir eternamente. Si acaso eso se alcanzase un día seguro que seguiríamos sin entender qué demonios hacemos aquí. Y vistos a contemplar el infinito en la eternidad tal vez el vértigo nos hiciera desmayar del miedo. Sea como fuere, los seres humanos no se entienden entre ellos. Tan pronto somos amigos y nos amamos, como tan pronto somos enemigos y nos odiamos a muerte. Hemos creado un mundo de ideas y éstas no acaban por compaginar unas con otras. Carl Sagan comprendía bien esto, sus terribles consecuencias para desarrollar sus propios sueños de niño. Él miraba al futuro como un niño que contempla por primera vez un espectáculo circense. Soñaba con explorar otros planetas en los que confiaba plenamente habría vida, dada la cantidad inmensa de estrellas en nuestra galaxia, (unas 400 mil millones, comenta). No creo que haya en este mundo mayor satisfacción que la de descubrir nuevas cosas, sorprenderse por ellas, verlas con incredulidad, pasmarse ante la belleza y lo grandioso. En otras palabras, ser como un niño. Carl Sagan murió a los 62 años, pero algo me hace sospechar que no se quedará él sin descubrir muchos de sus sueños. Y que cada cual entienda esto como mejor guste. En estos tres cortos capítulos de la Serie Sagan con subtítulos en castellano, nos presenta sus preocupaciones con el único planeta que habitamos, al que al parecer le hemos faltado respeto, cariño y admiración.

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