martes, 14 de febrero de 2012

Friedrich Hölderlin

(1770 - 1843)

Johann Christian Friedrich Hölderlin es el poeta romántico más relevante de Alemania y uno de las figuras más destacadas de todo el movimiento romántico europeo. Quienes le conozcan sin haber leído nada de él sabrán que su vida se vio truncada por trastornos mentales que le llevarían poco a poco a la locura desde la edad de 33 años. Quienes sin embargo lo hayan leído comprenderán que tal vez su locura se deba a su hiperestesia, fácilmente observable al leer su poesía. Sus temas se yerguen hacia lo alto, a los cielos donde moran los dioses. Su idealismo en busca de una sociedad libre y perfecta, donde la poesía impere, le lleva a la lucha, a la tragedia, al fracaso. No fue Hölderlin un poeta inocente. En su obra se intuye que su búsqueda le conduce a un callejón sin salida, y que él es testigo despierto de ello. Pero eso no le impide seguir combatiendo contra los muros y paredes que le cercan porque sabe que detrás se extiende la vida que sólo los poetas vislumbran. Este sería el motivo central de su novela epistolar Hiperión y seguramente la de su vida en la intimidad de sus pensamientos.

"Quien marcha sobre su dolor, marcha hacia las alturas"
"Concededme un verano, ¡Oh, inmortales!; concededme también un otoño para la madurez de mi canto, para que mi corazón, satisfecho de esos dulces juegos, pueda luego morir. El alma que en la vida no logró la divina satisfacción, tampoco descansa cuando está en el Orco subterrráneo; sí, por el contrario, terminase la sagrada tarea que hay en mi  corazón, la poesía, entonces bendeciré la llegada del reino de las sombras. Contento marcharé, aun cuando la lira no me acompañe, puesto que sólo entonces habré vivido como los Dioses; y esto me ha de bastar."
"El hombre es un Dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona"
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Hay traducciones de su obra al castellano y una muy recomendable traducción de un ensayo que Stefan Zweig le dedicó en libros Acantilado