lunes, 16 de enero de 2012

Yosemite

En 1851, durante la fiebre del oro en California, un grupo armado de colonos blancos, que se hacían llamar El Batallón Mariposa, serpenteaba las laderas del lado oeste de Sierra Nevada. Andaban a la búsqueda de indios con la intención de conducirles fuera de sus tierras natales hacia reservas.
Una tarde de Marzo yendo el batallón por un desfiladero toparon con un valle cercado por unas torres montañosas de granito, de donde unas cascadas a gran altura caían hasta alcanzar el río Merced, al pie del valle. Uno del grupo, un joven doctor que se llamaba Lafayette Bunnell, se quedó pasmado ante la vista del valle “En cuanto lo vi., una peculiar sensación de plenitud pareció invadir mi cuerpo” escribió “y mis ojos se cristalizaron de lágrimas con dicha emoción”
Antes de abandonar el valle, sin que pudieran encontrar a las tribus de indios, que debieron esconderse por entre las montañas, quemaron sus chozas y sus reservas de bellotas para que se rindieran por culpa del hambre. Bunnell sugirió que siendo ellos los primeros blancos en presenciar aquel valle deberían darle un nombre. Según la información que tenían de los indios la tribu se hacia llamar Yosemite, o que traducido venia a decir algo así como, gente que debe ser temida, o más bien, “Asesinos”
Sin embargo posterior estudios de lenguas tribales supieron que los Yosemite, llamaban al valle Ahwahnee, que significa “Lugar que te deja boquiabierto” y que ellos se llamaban Ahwahneechees, en honor al valle que consideraron su hogar  durante siglos.