domingo, 25 de mayo de 2014

¡¡¡ BANG !!!
Hace un mes el dominical XLSemanal del Correo editó una entrevista al ruso físico-teórico Andrei Linde que me suscitó una amalgama de ideas y preguntas que al final, (lo que más me gusta de todo esto) me dejaron esa rara mezcla de sabor entre lo maravilloso y lo terrorífico. El mismo Andrei reconoce el miedo que le dan las cuestiones acerca del Big Bang debido a su delicadeza. En la entrevista baraja unas cuantas de esas cuestiones que difícilmente pueden anclarse sólo en la mera labor científica. Temas de índole transcendental, que están aún más atrapadas en las pautas de la filosofía, la ética y la religión que en la de la física.
Pero así es cómo yo veo que funciona el Universo. Escondiendo un algo más detrás de cuanto percibimos, y que incitados por la curiosidad, nos preguntamos qué, por qué, cómo y la imaginación, luego puesta al servicio de la razón, nos descubre algo nuevo, aquello que antes no había, y que ahora se convierte en una evidencia más grande, distinta, que incorporamos a nuestro conocimiento. El Universo se expande. La razón es ese común denominador que hace que todos entendamos por igual una misma cosa, nos deja sin contradicciones, nos une dentro de cuanto entre todos experimentamos. Pero esto no siempre dura. Con la expansión las ideas fijas a menudo se deforman para crear otras nuevas, tal vez más sencillas, tal vez más complejas. Sin preguntas no hay conflicto, no hay expansión, sólo parálisis.
Una de las incógnitas que más quebraderos de cabeza se produce en la comunidad física es esa del momento crucial, único, en el que el Universo empezó a funcionar, la del Big Bang. No creo que se pueda hablar de un momento cero, entre otras cosas porque el cero no es nada y de la nada nada surge. Si existió algo 'único', parece comprimirse en el tiempo y el espacio hasta distancias infinitesimales que dan vértigo si acaso osamos imaginar. Se habla de 0,10 segundos con cuarenta y tres ceros por delante (-10–43) No es ni un relámpago, ni un guiño fugaz. Y cuando se habla de la densidad de ese supuesto corpúsculo no hay ni siquiera comparaciones sensatas. Es posible que se llegue a saber del momento "ya" que disparó el universo que nos ha traído hasta aquí, (hasta donde estamos, este presente) pero se me ocurre que mirar más allá, a lo mejor el embudo que los diagramas ilustran del Big Bang se invierta, y eso, eso, nos adentraría a otro universo ilimitado, de prodigios y magnitudes incalificables.
Está también el tema de los multi-versos o universos paralelos, que suponiendo que existan, habría que ir más allá de las formulas matemáticas y (aunque hoy por hoy es imposible) supondría un tormento mental por las innumerables cuestiones filosóficas que provoca.  Bastantes preguntas nos quedan por desvelar, que encima se van multiplicando conforme más sabemos. La fantasía de los antiguos parece haberse quedado raquítica ante este fabuloso espectáculo que despliega el Universo, pero se trata de la misma fantasía, que alojada en nuestras mentes científicas nos impulsa a descubrir maravillas que honran nuestra particular naturaleza. Maravillas no exentas de terror. Hablamos de lo Sublime.
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Tres grandes mapas con acontecimientos cosmológicos del Universo que abiertos del todo se salen de la pantalla de tu procesador. Para que no sólo mires sino para que los leas también. 


Si alguien quiere estos dos mapas a mejor resolución que me escriba.


Este último mapa se puede descargar a una mayor resolución aquí
Google Blogger no acepta imagenes de alta resolución.
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