jueves, 3 de mayo de 2012

      UNA TARDE POR LA PLAYA

Este pasado domingo aprovechando el día de nubes, me fui hasta Sopelana con la intención de disfrutar de la tarde paseando por la playa y ya que había posibilidad de alguna tormenta leve, como el día anterior, cogí la cámara por si captaba algo fotogénico. Las decepciones no se hicieron esperar porque nada más atisbar la playa el cielo fue abriéndose lentamente. Peor aún fue no imaginar que al ser domingo tanta gente hubiese tenido la misma idea que yo. Familias con sus niños, parejas, perros... No les podría reprochar sus sanas intenciones porque tanto derecho tienen ellos como yo de disfrutar de una tarde al aire libre. En fin, no estaría solo. Pero la mayor decepción me vino cuando observé que las colinas que bordean el litoral estaban atestadas de casas chalets, que el paisaje que hacía años no visitaba, estaba desfigurado, degradado por multitud de casas, por esa epidemia capitalista llamada ladrillo, la construcción, el gran negocio que nunca se sabe cuando va a parar. Sólo para que unos pocos adinerados tengan el privilegio de gozar del panorama costero en verano, porque seguro que luego pasan la mayor parte del año en la ciudad. Fue triste ver que el terreno verde estaba usurpado por casas aquí, acá y acullá. No cabe duda que me equivoqué tanto del día elegido como del lugar. Nada fue como me lo esperaba. No pude comulgar con la Naturaleza, ni con la playa pisoteada. Mejor hubiese hecho en elegir un día invernal, un día laboral de esos fríos y lluviosos. No obstante y a pesar de todo conseguí unas pocas tomas de cámara que merecieron la pena.

"Mucha veces mirando en mi provecho
favorables los vientos y en bonanza 
el mar inmenso se alentó mi pecho"
                                                                         Ovidio

"El mar enfrente nada me responde,
¿Acaso es mi mirada una pregunta?
Ni siquiera un deseo...
Tantos años lo he visto entretenido
en su constante afán que ya no espero
nada de su virtud, sino mirarlo
largamente, tendido a sus orillas,
como aquel que contempla ensimismado
un abismo despierto"
                                                                 Juan Gil-Albert

"He mirado la mar, olvidándose allá, convirtiéndose en cielo
He escuchado el sonido del viento paciendo la hierba mojada
He dejado caído mi cuerpo entre flores azules, cerrados los ojos,
y he soltado la riendas al alma."
                                                                           José Hierro






 Sólo las dos fotos de en medio ha pasado por Photoshop. El resto son tal cual.
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