jueves, 3 de noviembre de 2016

TELLAMENDI

Hace ya unos días me llevaron unos amigos de monte. Dimos un rodeo por el Amboto hasta llegar al Tellamendi. Una travesía de casi tres horas que terminó por fatigar mis piernas más de lo esperado. La falta de costumbre, supongo. La luz del día no acompañó para sacar buenas fotos. La mañana se presentó de un azulado muy turbio. Esto es algo a lo que uno tiene que acostumbrarse con el clima del norte, que es demasiado voluble. En verano hay días de playa que se fastidian enseguida porque surge la niebla y adiós sol. En invierno, parecido, aunque el día se pronostique seco, con posibilidad de nubes bajas y definidas, (que eso seria perfecto) el cielo se te presenta como una sábana planchada, y de esta manera la luz no es diáfana. Con todo, he hecho lo posible por devolver a las fotos un poco más de fidelidad. No soy un buen fotógrafo, ni un mago del photoshop. No obstante, algunas fotos no se ven tan mal, creo yo. Lo que de veras es una lástima es que no pueda gozar más y mejor del itinerario que mis amigos fijaron para el día. Hicimos un trayecto que me hubiese gustado dilatar más, para así, con mayor tranquilidad disfrutar de las bellas vistas con las que nos fuimos topando. En fin, cosas de montañeros acelerados ;-)


 

 






 
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