martes, 10 de abril de 2012

 (1895 - 1986)
Uno de los mejores conocidos guías espirituales de la India y renombrado maestro espiritual del siglo XX. Por la busca del desapego de la sociedad y las enfermas ideas materialistas  que se generan en la mente renegó de nacionalidad, religión o sistemas filosóficos dogmáticos. Sus discursos se centraron principalmente en el sentido de la meditación y cómo dar un giro positivo en nuestras vidas para cambiar las relaciones humanas y la sociedad, subrayando la necesidad de una revolución en la conciencia y que esa revolución no podría ser liderada por ninguna fuente externa, fuese la religión, la política o la sociedad. Físicos de prestigio como David Bohm fueron convencidos seguidores de sus ideas. A la edad de 90 años dio una conferencia en la ONU acerca de la paz y la conciencia y recibió la Medalla de la Paz de la ONU en 1984. Su último discurso fue dado un mes antes de su muerte en 1986. Hay multitud de libros editados de Krishnamurti, la mayoría de ellos son conferencias que impartió por todo el mundo más que escritos propios de él mismo.
Extraigo de sus últimos diarios algunas descripciones de la naturaleza. Krishnamurti entendía bien el poder que la naturaleza ejerce en la mente, cómo su presencia abierta a la luz, sea en paisajes, un árbol o una fruta, si bien observada, nos separa del yo, de la creación dual que sostenemos durante el trato con los demás y el entorno.

"Las nubes están aún suspendidas sobre los cerros, el valle y las montañas. Ocasionalmente, hay una apertura en el cielo y a través de ella pasa el sol, brillante, claro, pero pronto desaparece.. Es agradable una mañana así, serena,  fresca, con todo el mundo verde que a uno le rodea. Cuando llegue el verano,  el sol quemará toda la hierba verde, y los prados al otro lado del valle quedarán resecos, sedientos, y toda esta hierba con su radiante verdor habrá desaparecido, Toda la frescura desaparecerá con el verano."
"Nunca observamos por mucho tiempo. Cuando, sin que haya sentido alguno del observador, observamos con gran paciencia a esos pájaros, esas gotitas en las hojas temblorosas, las abejas y las flores y la larga fila de hormigas, entonces el tiempo cesa, el tiempo se detiene....Cuando uno observa atentamente, diligentemente, no hay que aprender; sólo existe ese vasto espacio, ese silencio, ese vacío que es energía devastadora"


"¿Tiene el tiempo sus raíces en el cielo? Cuando uno mira los cielos, los planetas y el inimaginable número de las estrellas, se pregunta si ese universo puede ser comprendido por la cualidad de la mente que esta ligada al tiempo. ¿Es necesario el tiempo para captar, para comprender todo el movimiento del cosmos y del ser humano -para ver instantáneamente lo que siempre es verdadero?" 
"Pero la curación de la mente es algo por completo distinto. Esa curación tiene lugar gradualmente si uno está con la naturaleza, con esa naranja en el árbol, con la brizna de hierba que brota a través del cemento, con los cerros cubiertos, ocultos por las nubes"

"En la silenciosa quietud de la mente llega aquello que es la eterna belleza, llega sin ser invitado, sin ser buscado, sin el ruido del reconocimiento."
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