HIPERIÓN

  El Eremita en Grecia

Dijo Luis Cernuda (si no mal recuerdo, y que me corrijan si así no fuese) que la novela epistolar Hiperión de Hölderlin sólo se lee una vez en la vida. Tenían mucha razón sus palabras, y no porque yo la haya leído una vez, sino tres. Pero nunca me supo tan dulce, tan refrescante, tan llena de aire vivificante como la primera vez. Y es que yo contaba con unos 18 años cuando conocí está historia romántica, en un verano que recuerdo yermo, solitario y falto de expectativas. Hiperión es ante todo una novela joven, llena de luz y de una vitalidad etérea. Está iluminada por la luz de la aurora, que cargada de grandes esperanzas incita a participar de la vida y empuja a las almas rebeldes a construir un mundo más justo, bello y libre. Sin embargo, Hölderlin, aunque joven, ya presentía que el destino de los poetas puros, los consagrados a la verdad que les domina, era un camino cuyo final es la soledad y en su propio caso, por desgracia, fue de un crepúsculo lánguido y caído en el olvido.

Stefan Zweig en su estudio fastuoso sobre la personalidad del autor y su obra nos dice respecto a Hiperión.

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"Lo que una vez dieron los dioses a los hombres y éstos perdieron en su inconsciencia, ese estado sagrado, será obtenido de nuevo, después de siglos de rudo trabajo, a fuerza de espíritu, a fuerza de entusiasmo poético. Los pueblos han perdido la armonía infantil, y la armonía de los espíritus será siempre el principio de una nueva historia de la Tierra. Sólo habrá belleza, y el hombre y el mundo exterior se unirán en un solo abrazo, formando así una divinidad universal.__<<Pues de este modo -deduce con sorprendente inspiración Hölderlin- no habrá para el hombre ningún ensueño que no corresponda a una realidad. El ideal -nos dice el poeta- es lo que fue en otro tiempo la naturaleza. Así el mundo alciónico debe de haber existido, pues sentimos nostalgia de él. Y teniendo la nostalgia, nace en nosotros la voluntad de que resucite ese antiguo mundo. Junto a la Grecia histórica, debemos crear otra nueva Grecia: la del espíritu>>"

"Faltaba poco para que terminara el verano; yo presentía ya los tenebrosos días de lluvia, el silbar de los vientos y el rugir de los torrentes, y la naturaleza, que como una fuente espumeante había penetrado en todas las plantas y árboles, ante mi espíritu, sombría se distanciaba, se cerraba y desparecía, a la par que yo."     ______________________

"El suelo se ha vuelto verde; más abierto el campo. Los dorados trigos, mezclados con las alegres centauras, se extienden hasta el infinito, y de las profundidades del bosque se alzan, serenas y claras, mil cumbres esperanzadas. Tierna y enorme, atraviesa el espacio cada línea de las lejanías; como gradas suben los montes hacia el sol, escalonados unos tras otros. Todo el cielo está puro. La luz blanca sólo ha sido exhalada en el Éter y, como una nubecilla plateada, la tímida luna atraviesa el claro día"     ____________________

"¡Alma piadosa!, me gustaría decirte: <<piensa en mí cuando pases ante mi tumba>> pero me han de echar a las olas del mar y no me parece mal que mis restos desciendan al lugar donde se juntan las fuentes y los ríos que amaba, al lugar de donde se elevan las nubes tormentosas en las que abrevan los montes y los valles que amaba"     __________________

"Las copas de los árboles se estremecían suavemente; brotaban astros del seno de la noche como flores de una tierra oscura, y la primavera del cielo me iluminaba con una alegría sagrada. ¿No debe sufrir todo lo que existe, y más profundamente cuanto más excelso es? ¿No sufre la bendita naturaleza?"      _______________________

"Todo lo que se separa vuelve a encontrarse. Las arterias se dividen, pero vuelven al corazón y todo es una única vida, ardiente y eterna. -Estos fueron mis pensamientos. La próxima vez te hablaré más de ellos"       ___________________