viernes, 2 de mayo de 2014

 AFORISMOS
HENRY DAVID THOREAU

Los admiradores del pensamiento de Thoreau están de suerte porque sus extensisimos diarios se están traduciendo del inglés al castellano. Hace unos meses descubrí que la editorial "Entrelíneas" ya tiene en venta su primer volumen (1837- 1861) que cuenta con unas 376 páginas. No está mal. El segundo volumen se está haciendo esperar, y no sé yo si habrá un tercero. Tampoco sé si se trata de otra antología. Yo tengo una selección norteamericana que corre a cargo de Odell Shepard, publicaciones Dover, y son sólo 219 páginas. Con todo, la letra es chica y la selección me ha parecido muy sugestiva. Me ha permitido adentrarme en la vida de este hombre tan liberal que a través de sus apuntes denunció la hipócrita e insensible sociedad de su tiempo. Su irrespetuosa actitud con la naturaleza, su racismo, su obtusa mirada poética, su codicia capitalista y su falta de humildad. Nada lejos de la nuestra. O peor aún, con la distancia de más de un siglo, seguimos impertérritos a la clarividente denuncia que Thoreau expresó y ejemplarizó, (repito, ejemplarizó) como ningún otro pensador. Durante mi lectura he subrayado algunas perlas sueltas que espero plazcan a quienes gusten de lo bueno, que si breve, dos veces bueno.
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El que de veras goza del ocio es aquel que tiene tiempo para mejorar el estado de su alma.
Si mi mundo no me basta sin ti, amigo mio, esperaré hasta que lo sea y entonces te llamaré. Vendrás a un palacio no a un asilo.    
El Universo yace abierto en cascadas de luz. El aspecto moral de la naturaleza es una afección proyectada por parte del hombre.
Me intereso por aquellos que viajan de noche.

La experiencia es propia de los dedos y la cabeza. El corazón es inexperto.     

Si al día y la noche saludas con alegría, y la vida emite una fragancia floral y un dulce aroma de hierbas y sientes la vida más elástica, con más estrellas, más inmortal.... ése, es tu éxito.      

Los hombres hablan de los milagros de la Biblia porque no hay milagros en sus vidas. Para de rumiar esa corteza. Hay fruta madura sobre tu cabeza.

Si la vida es una espera, que lo sea. Yo no naufragaré en una vana realidad.    
Es el matrimonio del hombre con la naturaleza lo que produce un fructífero saber, el que da nacimiento a la imaginación.
Mi profesión consiste en estar siempre alerta en encontrar a Dios en la naturaleza, conocer sus escondrijos, atender sus oraciones, las operas en la naturaleza.
¿Qué es la religión? Aquello de lo que nunca se habla.

El hombre que cree en otro mundo y no en este me aparta del Cristianismo.

Parece haber una ley por la que no puedes tener igual simpatía por el hombre y la naturaleza. Esas cualidades que te acercan a uno te distancian de la otra.
El arte de la vida, de la vida de un poeta es, no teniendo nada que hacer, hace algo.
El hombre cuyos placeres son los más baratos es el más rico.

Mi pensamiento es parte del significado del mundo, y de ahí que use parte del mundo como símbolo para expresar mi pensamiento.

Es sorprendente cuanto espacio cabe en la naturaleza si un hombre siguiera la senda adecuada.

Un hombre haría bien en morir de hambre si en el transcurso de conseguir el pan perdiera su inocencia.

La Ciencia nunca ve fantasmas, ni busca ninguno, lo que sí ve por todas partes son huellas y es sí misma portavoz de una inteligencia Universal.
Importa poco a donde vayas o que lejos vayas (por lo general cuanto más lejos peor) sino cuan animado vayas.

El artista cambia la dirección de la Naturaleza y la hace crecer según su idea.

Un hombre no puede presumir de haber tenido éxito en la vida si no satisface a un amigo.
Quien a menudo piensa que mejor estar en otro sitio que ahí donde está se excomulga así mismo.
Si aspiras a algo mejor que la política no esperes cooperación por parte del hombre.

Ningún hombre es lo bastante rico como para mantener la paga de un poeta.

A los  niños les atrae la belleza de las mariposas pero sus padres y tutores lo condenan como una actividad baldía.

El más grande y triste defecto no es la credulidad sino nuestro constante olvido de que nuestra ciencia es ignorancia.
Todo esto es perfectamente perceptible para un ojo observador y sin embargo que pueda tan fácilmente pasar inadvertido para la mayoría..
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(Según Odell Shepard, esta es una de las últimas frases de Thoreau en sus diarios, fecha Nov 2, 1861 en referencia a un minuto en el que Thoreau observó el efecto de una tormenta sobre el grijo del suelo. Considera que por su relevancia sumariza sus diarios de forma global. Y yo, personalmente, estoy más que de acuerdo con ello. Es probablemente la actitud contemplativa en busca del asombro lo que hace especiales a poetas y filósofos. Y de hecho eso es lo que pretendo manifestar en este blog, contra aquellos que van al monte con ganas de cansarse, de subir al pico contra reloj y retar su condición física y que sólo miran al suelo para no tropezar, sin detenerse un rato alrededor y observar en silencio la existencia de formas, colores, sonidos y aromas que califican la vida, nuestra esencia)


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