jueves, 26 de septiembre de 2013

VIDA Y COLOR
Nostalgia
Hay recuerdos que nos traen un dulce sosiego y que por su simpleza nos sitúan en una felicidad genuina, exacta. Nada más que una colección de cromos nos ayuda ahora, ya adultos, a situarnos en la distante infancia y recuperar un trocito de nuestra vida, (aunque difusa por los años transcurridos), tal y como era, simple pero feliz, sin pedir más, ni parecernos poco. Contaba yo con seis años cuando apareció una de las colecciones de cromos más históricas de este país, Vida y Color. Todavía me acuerdo. Dibujos a todo color de la variedad de vida que anida en la Tierra. Reptiles, Insectos, Flores, Mamíferos, Razas...  Era por una parte una buena forma de jugar con las estampas en la mano. Uno las ve una y otra vez, pega los cromos, cuenta los que tiene y los que le faltan. Se intercambian los repetidos. Hay un encuentro social en ello con los amigos. Y la sorpresa de abrir  los sobres y ver nuevas imágenes, las tapas, que son dobles, qué suerte. Yo fui uno de los muchos que no llegó a completar la colección, porque todo hay que decirlo, la colección también escondía un cierto fraude, algunos cromos eran escasos, lo que hacía que uno comprara más y más. Ahora gracias a Internet, muchos hemos podido conseguir aunque sea de forma virtual la colección entera. Recuperar el álbum físicamente, de segunda mano, ronda por los €60, según en qué condiciones de uso. A pesar de aquello, ahora podemos volver a verla y entera. Volver a la infancia, sentir la añoranza. Y creo y apuesto que esta colorista colección de la Vida en la Tierra, con ese estilo pictórico peculiar de los libros de entonces, fue quizá una de las gotas por las que ahora sigo admirando o buscando en la naturaleza el sosiego del recuerdo, la serenidad de pasar un rato a disposición de cuanto habita, como por orden de magia, en el planeta. Vivir en las ciudades tiene muchas ventajas, pero también desventajas, hay menos vida y menos color. Aquí os dejo las principales tapas de aquella legendaria colección.







_________________________

jueves, 5 de septiembre de 2013

Si ardemos en deseos de hallar una finalidad cósmica, encontremos primero una meta digna para nosotros. - Carl Sagan
THE SAGAN SERIES




Es posible que la gran meta que persigue el ser humano sea la de vivir eternamente. Si acaso eso se alcanzase un día seguro que seguiríamos sin entender qué demonios hacemos aquí. Y vistos a contemplar el infinito en la eternidad tal vez el vértigo nos hiciera desmayar del miedo. Sea como fuere, los seres humanos no se entienden entre ellos. Tan pronto somos amigos y nos amamos, como tan pronto somos enemigos y nos odiamos a muerte. Hemos creado un mundo de ideas y éstas no acaban por compaginar unas con otras. Carl Sagan comprendía bien esto, sus terribles consecuencias para desarrollar sus propios sueños de niño. Él miraba al futuro como un niño que contempla por primera vez un espectáculo circense. Soñaba con explorar otros planetas en los que confiaba plenamente habría vida, dada la cantidad inmensa de estrellas en nuestra galaxia, (unas 400 mil millones, comenta). No creo que haya en este mundo mayor satisfacción que la de descubrir nuevas cosas, sorprenderse por ellas, verlas con incredulidad, pasmarse ante la belleza y lo grandioso. En otras palabras, ser como un niño. Carl Sagan murió a los 62 años, pero algo me hace sospechar que no se quedará él sin descubrir muchos de sus sueños. Y que cada cual entienda esto como mejor guste. En estos tres cortos capítulos de la Serie Sagan con subtítulos en castellano, nos presenta sus preocupaciones con el único planeta que habitamos, al que al parecer le hemos faltado respeto, cariño y admiración.

 _________________________