PREGUNTAS SIN SINO

Séame permitido entrar en un terreno resbaladizo, un tanto oscuro, turbio quizás, donde la Naturaleza parece perder el encanto sensorial directo que nos llega, al alcance de la vista (un paisaje) al alcance de la mano (una caricia) y donde la ciencia, en su afán por descubrir, da entrada a nuevas ideas que, sin dejar la belleza a un lado, expanden nuestra visión interior y nos ennoblece. El saber nos hace más grandes y también felices, siempre y cuando las perspectivas de buena voluntad señalen a lo más alto, al más allá, señalen a lo divino. La verdadera ciencia no es aquella que cierra un ciclo de preguntas sino la que se alegra cuando descubre que aún queda más por descubrir. De ahí que donde habita el vacío que la ciencia no llena el misticismo ocupe su lugar. Y sea bienvenido, porque la ciencia no termina jamás en una respuesta sino en otra pregunta y así, "ad infinitum" para que la admiración no decaiga y continúe expandiéndose y nos deje henchidos de maravillas, una tras otra. Es común a veces que, ante la Naturaleza, haya momentos que pellizcan nuestra curiosidad, no porque seamos inconformistas de nuestro estado presente sino porque la inteligencia está ahí, con la sana intención de conocer más a fondo, y esto ha de tomarse como una comunicación con la Naturaleza, un juego creativo. Nuestras preguntas y respuestas transforman la vida, desarrollan el mundo, lo crean. Así parece comportarse Dios. Y esto es filosofía, es misticismo, es transcendentalismo. 

¿Cómo se puede conciliar una teoría que hace que la vida se origine por un proceso aleatorio, con la doctrina de la vida como parte de un plan de Dios para el universo?

¿Qué sería peor o mejor para la condición humana, saber que el destino del universo está predeterminado o que es un fenómeno accidental del azar?

¿Significa algo un mundo que ha existido durante muchos millones de años sin que ninguna mente lo haya contemplado, ni tenga noticia de él?

¿Qué es más inconcebible para la mente, un final que ya no presenta más dudas o una dirección infinita de fenómenos tanto del pasado como del futuro?

¿Qué hay más allá de la muerte si resulta incomprensible que de la nada pueda surgir algo?

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